jueves, 30 de junio de 2011

PARA REFLEXIONAR

Los discípulos pasaron mucho tiempo con el Señor. Llegaron a conocerle y a amarle profundamente. Descubrieron el significado de lo que le dijo una vez a Jesús el apóstol Pedro: “Señor, ¿a donde iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6, 68). Descubrieron que las palabras de vida eterna son las palabras del Sinaí y las palabras de las Bienaventuranzas. Y éste es el mensaje que llevaron a todas partes.
En el momento de su Ascensión, Jesús confío una misión a sus discípulos y les tranquilizó así: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id, pues; enseñad a todos los pueblos... Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo” (Mateo 28:18-20). Desde hace dos mil años los seguidores de Jesús han llevado a cabo esta misión.